Un títere que llega desde lejos para honrar la memoria de la Shoá
Se llama Kasperle y data del siglo XIII. Es un juguete clásico en Alemania y el nazismo lo usó para adoctrinar a niños y jóvenes. Cada viernes una titiritera de origen judío lo transforma en una excusa para contar las memorias de su padre que llegó desde Berlín en 1938.