Pisoteada por el autopercibido «Topo» que vino a destruir el Estado desde dentro. Lo confesó publicamente. «A confesión de parte relevo de pruebas».
Asistido por la maquinaria represiva, que aspira a convertirse en norma institucionalizada, por la mujer precoz de la violencia, Patricia Bullrich y sus asociados en el ministerio de defensa, otros y otras. Desde un angulo propio, la señora defensora de genocidas, Victoria Villaruel.
Es una ensalada muy agria y una tormenta perfecta de odio, persecución y violencia antidemocrática que deja en «hilachas» el Estado de derecho.
La muestra de esta debacle derechista, de la mano del anarco- colonialismo, quedan al descubierto en dos leyes de entrega- bases y paquete fiscal-, instauradora de la desigualdad, el ajuste y la injusticia, y, en un hecho patético, desolador y devastador: la represión al pueblo movilizado, la detención arbitraria y la persecución politicas sistemática a militantes que cometen el delito de opinión, en una democracia extraña: sin libertad de opinar, de criticar y de pensar distinto.
Están aplicando con un orgullo embriagado de autoritarismo narcisista, la cancelación del otro, su anulación, hasta la extinción y el exterminio.
Están preformado por el paradigma de la dictadura.
Por eso no cabe otra actitud del lado del derecho y la democracia de verdad: Basta de represión, odio y persecución.
Libertad a los 16 ciudadanxs presxs politicxs.
Y tener presente el quinto mandamiento: » No matarás, ni con hambre, ni con balas, ni con cárceles».
Delfor » Pocho» Brizuela
Secretario de DDHH de La Rioja